"¡Qué es la Cuenca del Plata? El
Hemisferio Sur está dominado por los océanos, y
sólo hay tres dispersos centros terrestres, insulares
respecto a las áreas humanas más densas del
planeta: uno Australia y Nueva Zelanda, otro África
del Sur (separada del resto por el Sahara) y finalmente,
nosotros el Cono Sur latinoamericano. No somos así
zona de tránsito, estamos como a contra mano del
comercio mundial y de las áreas de tensión
bélica entre los grandes poderes. Esta posición
relativamente marginal es sin embargo la zona óptima
de América Latina. Abarca a Bolivia, Paraguay,
Argentina, Brasil y Uruguay" .. Es así que, la llamada
Cuenca del Plata abarca a Bolivia, Paraguay, Argentina,
Brasil y Uruguay. Con respecto a la extensión de la
mencionada Cuenca, el geopolítico uruguayo Bernardo
Quagliotti de Bellis dice lo siguiente:" La Cuenca del Plata se extiende desde las mesetas
bolivianas y brasileñas hasta el río de la
Plata, conformando el escenario por donde fluyen caudalosos
ríos: Paraná, Paraguay, Pilcomayo, Bermejo,
Salado, Uruguay y su numerosa red de afluentes".
En el año 1974, al inaugurar la VI Conferencia de
Cancilleres de la Cuenca del Plata, el presidente de la
República Argentina Juan Perón,
decía lo siguiente:
"Esta VI Reunión de Cancilleres de los
Países de la Cuenca del Plata que hoy se inaugura
tiene una tarea muy importante que cumplir. Las inmensas
riquezas naturales de esta región deben y pueden
explotarse intensamente para beneficio de los pueblos que la
habitan. Si lo hacemos en forma racional, ello nos
permitirá convertirnos en las naciones ricas del
futuro, a lo que justamente aspiramos para bien de nuestros
pueblos. En un mundo donde la solidaridad no es ya más
un compromiso sino una imperiosa necesidad, el contar con ese
verdadero emporio de riquezas es una bendición de Dios
que asegura la participación de nuestros países
en las grandes soluciones que deberá – tomar la
humanidad en el porvenir. La región que comprende la
Cuenca del Plata es el corazón de América.
Tiene, como dijimos, grandes riquezas naturales y una
población aproximada a los sesenta millones de
habitantes, que al finalizar el siglo se habrán
transformado en más de cien millones. Población
ésta que ha surgido del feliz encuentro de hijos de
españoles y portugueses con los autóctonos
habitantes de esta significativa zona del continente
americano".
En resumen, la región que comprende la Cuenca del
Plata es rica en recursos
naturales como en recursos
humanos. Es, al decir de Perón, el corazón de
América. En lo que se refiere, al Uruguay en la
Cuenca del Plata, Methol Ferrè dice lo
siguiente:
"Creo que el país tiene viabilidad inserto en
la Cuenca del Plata y no como un Hong Kong, un Singapur o un
Taiwán. Somos parte de un hinterland histórico
y cultural que trasciende al propio país aislado".
Para Uruguay, el integrarse definitivamente a la Cuenca del
Plata le genera una serie de beneficios. En relación a
esto, Bernardo Quagliotti de Bellis, dice lo
siguiente:" Para Uruguay, el proceso de la Cuenca del Plata
representa beneficios en dos aspectos fundamentales. Por una
parte, significa aprovechar las consecuencias que pudiera
traer un desarrollo más dinámico de toda la
zona, debido a su posición geográfica que
domina la salida de la Cuenca en la desembocadura del
río de la Plata. Por otra parte, el desarrollo
regional puede significar una ventaja para la
regionalización de Uruguay, atrayendo
concentración demográfica y potencial
industrial y de servicios al "interior" y en particular sobre
el área fronteriza".Es claro entonces, que todo proceso de
integración entre los países que abarca la
Cuenca del Plata (en este caso, el MERCOSUR) tiene para el
Uruguay un carácter estratégico. Esto es debido
a razones históricas, culturales y fundamentalmente a
su posición geográfica en la nombrada Cuenca.
Dado que el Uruguay, según Quagliotti de Bellis,
domina la salida de la Cuenca en la desembocadura del
río de la
Plata. Pero, para sacarle el debido provecho a su
posición geográfica en la Cuenca del Plata. El
Uruguay, como país debe dejar de jugar el rol de estado
cuña entre Argentina y Brasil. Con
respecto a este tema, Quagliotti de Bellis dice lo
siguiente:
"Uruguay debe aprovechar la metamorfosis
geopolítica que le ha ofrecido realizar América
Latina, en particular el Cono Sur: de cuña, de
algodón entre "dos cristales", a la de un espacio
vital para alcanzar una convergencia de toda la Cuenca del
Plata, en la más importante salida del
Atlántico Sur".
Es decir, el Uruguay para poder
aprovechar al máximo su posición geográfica
en la Cuenca del Plata debe dejar de ser un estado cuña (
el Hong-Kong rioplatense: plaza fuerte de custodia y
emplazamiento para banqueros, timba y turistas, Alberto Methol
Ferrè) y pasar hacer, al decir de Quagliotti de Bellis, un
estado llave en dicha Cuenca sudamericana.
En relación a esto último, hace 37
años atrás, el historiador Alberto Methol
Ferrè decía lo siguiente:
"El Uruguay como problema, problemátiza a
toda la Cuenca del Plata. Es que la crisis del Uruguay pone
en crisis a toda una época histórica. En
efecto, el Estado Tapón era como el arco de
bóveda que sostenía los compartimentos estancos
rioplatenses, era la clave de la balcanización, su
punto de equilibrio. Pero si el Estado Tapón se
destapa, todo el equilibrio se rompe y todas las aguas se
confunden. Pues el Uruguay es también el talón
de Aquiles de la balcanización en el Hemisferio Sur
latinoamericano. La inserción del Uruguay en la
Cuenca, por la buenas o por las malas, por decisión
propia o desorden interno, será el punto de
fusión de las historias argentina, paraguaya,
brasilera, etc. Será el fin de los compartimientos
estancos, de los grandes lagos interiores en un torrente
común. Es por el Uruguay donde se destapará la
Cuenca, y se convertirán las historias de sus vecinos
complicados en una sola historia. Por aquì
comenzará el deshielo de la balcanización
latinoamericana. De más en más nos acercamos a
esa encrucijada".
El cambio en el
status-rol del Estado uruguayo en la Cuenca del Plata
además de convertir, según Metol Ferré, las
historias de sus vecinos (las historias argentina, paraguaya,
brasilera) en una sola historia (la de la Cuenca
del Plata), pone también en el debate
regional la cuestión de la soberanía. Con respecto a este importante
tema, el historiador Vivián Trías dice lo
siguiente:
"Quienes somos partidarios de una integración
latinoamericana liberadora sabemos que ella no podrá
operar sino sobre la base de soberanías nacionales
efectivas e igualitarias. Sin abusos, ni prepotencias, ni
satélites mayores, ni menores, ni países
dominantes y dominados; sólo desde ese punto de
partida se podrá construir la gran nación
latinoamericana que el futuro y nuestros pueblos reclaman. La
enseñanza de José Artigas a este respecto es
invalorable. En no se trataba de patrias, sino de provincias;
pero el Protector postuló la igualdad entre todas, la
exclusión de toda hegemonía de una sobre las
otras, como base imprescindible para construir la
Federación. "Condicionar el reconocimiento (de la
Asamblea de 1813) no es negar el reconocimiento",
expresó en su famoso discurso inaugural del Congreso
de Abril. Y esas condiciones ineludibles significan el
respecto mutuo de los derechos de cada provincia. Es una
política que hoy podemos y debemos aplicar a las
patrias latinoamericanas. Sin patrias soberanas no
habrá integración válida y
fecunda".
El MERCOSUR , la
integración
latinoamericana liberadora, al decir de Trías, debe
funcionar sobre las bases de soberanías nacionales
efectivas e igualitarias. Sin patrias soberanas, según el
historiador uruguayo, no habrá integración valida y fecunda. Pero, en los
hechos toda política de
integración de países vecinos con lleva a que las
soberanías nacionales se compartan. Con respecto a este
tema, Bernardo Quagliotti de Bellis dice lo siguiente:
"A nuestro criterio, se hace necesario fomentar
más el dialogo en todos los niveles
(políticos-económico-cultural-educativo) para
romper –unánimemente- los esquemas perimidos de
la "República Señorial" que sustituyó al
sistema organizativo español. Que sustituyó
equivocadamente, pues debemos encuadrar nuestras
soberanías en el marco de una nueva SOBERANIA
COMPARTIDA que conocemos con el "gastado" término de
la integración. Debemos intensificar la
infraestructura de comunicación, que durante todo este
tiempo de autonomías nacionales nos separan. Esta
acciòn implica, junto con la anterior, retornar a las
REALIDADES REGIONALES, que se consolida con los principios
democráticos, de paz, de no intervención en los
asuntos particulares de cada Estado. El desafío se
amplía en el campo de la tecnología de
alternativa, fortaleciendo el diálogo interdependiente
en los diversos sectores de punta que necesitan nuestras
economías. Otro punto, prioritario, radical,
"revolucionario", está dirigido a sustituir la
"balcanización" impuesta por el o los actores
hegemónicos internacionales por la unificación
REAL de los países latinoamericanos a favor de sus
legítimos intereses. Indudablemente que todo ello
exige reexaminar el concepto tradicional de SOBERANIA
–el expuesto por la doctrina monista y replanteada por
algunos tratadistas políticos contemporáneos,
de aquellos que viven en "destiempo" ante la dinámica
del acontecer histórico- concepto aquél que
obliga a la flexibilidad que exige cualquier sistema nuevo de
integración plurinacional regional, como lo es el
acuciante de la cooperación o intra-relación
latinoamericana".
El encuadrar las soberanías de los países
de la Cuenca del Plata en el marco del MERCOSUR
(integración en el plano, político, social,
cultural, educacional, científico, tecnológico,
infraestructura de comunicación, económico, comercial y
militar), se hace necesario hablar y discutir sobre el concepto de
soberanía compartida y esta discusión conduce
obligatoriamente, según Quagliotti de Bellis, a reexaminar
el concepto tradicional de soberanía. A su vez, para los
países menores o intermedios de la Cuenca del Plata que
son Uruguay, Paraguay y
Bolivia se les
presenta claramente el problema de quedar en los hechos
subordinados a la alianza argentino-brasileña. Es decir, a
lo que es la columna vertebral del MERCOSUR. La alternativa a
esta situación radica en la reinstauración en los
hechos y no en los papeles del llamado URUPABOL (la alianza de
Uruguay, Paraguay y Bolivia), para mantener la armonía y
el equilibrio en
el MERCOSUR. Además, de mejorar sus respectivas
capacidades de negociación frente a la alianza
argentino-brasileña. La instauración definitiva del
URUPABOL es lo que debe impulsar el Uruguay en el seno del
MERCOSUR para no quedar en los hechos como periferia
política en nuestro vinculo con la columna vertebral del
bloque regional sudamericano. Pero, para esto en el Uruguay debe
haber un nuevo gobierno nacional
(en un futuro muy cercano) que no puede ser otro que el del
Frente Amplio. Por que, al decir de su primer presidente, el
General Líber Seregni:
"El Frente Amplio es el legítimo heredero de
la tradición artiguista y toma sus banderas y su
ideario". O como dijo en diciembre del 2003 el actual
presidente del Frente Amplio, Tabaré Vàzquez
"Sin desconocer las asimetrías existentes y en muchos
aspectos irreversibles; sin minimizar la complejidad que
caracteriza a cualquier proceso de integración
regional, apostamos a ésta sobre bases de igualdad
institucional…". Esto quiere decir, que el gobierno del
Frente Amplio no va admitir en los hechos ningún tipo
de hegemonismo por parte de un país o un bloque de
países en el seno del MERCOSUR .
En el año 1965, el director del semanario
"Marcha", Carlos Quijano decía lo siguiente:
"Dos millones y medio de hombres nada significan en
el mundo. Nada pesan. Pero tienen derecho a vivir. Es un
derecho que deben conquistarlo ellos mismos. Los demás
no se lo otorgarán. Ni siquiera se lo
reconocerán graciosamente. Los pueblos dejan de
existir cuando viven de la piedad ajena. En este mundo feroz
están condenados los países que dilapidan su
patrimonio y sus energías. La incuria y la
imprevisión y la ignorancia, llevan a la dependencia.
Inevitablemente. Y no porque los otros sean "malos". Los
otros sigue su camino. No es cierto que los pueblos o las
naciones tengan la vida eterna asegurada. Mueren
también. Y en ocasiones para no renacer más.
Sin necesidad de hundirse en la historia lejana, ahí
está Portugal para recordárnoslo. Siempre nos
será más duro sobrevivir que a otros. Por
nuestra pequeñez y nuestra debilidad. Pero debemos
afrontar el desafío. Y la primera tarea que nos
espera, la más larga, la menos exultante
quizás, la más difícil, la más
sacrificada, es la de quemar nuestros mitos, aborrecer
nuestras hipocresías, y mirar, para verla, a la
realidad. Mirar y ver, conocer los hechos, no supone
resignarse a soportarlos. Por el contrario se les soporta, se
es esclavo de ellos, cuando se les ignora. Mirar y ver, es el
principio de la sabiduría. Y ya ha sido dicho que para
dominar a la naturaleza, hay que obedecerla. El país
entero tiene que comprender, debe comprender, con todo lo que
ello significa, que es débil y pequeño; que
está en un continente enfeudado; que el peligro y la
amenaza rondan sus fronteras; que el mundo está
sacudido por una revolución prodigiosa y vertiginosa;
que las nuevas técnicas lanzadas ya a la conquista del
espacio y de otros mundos, aquí, en esta tierra,
llevan camino de trastornar toda la escala de valores, que la
victoria será de los más eficientes y los
más capaces; que la insularidad no encontrará
refugio; que el pasado no vuelve; que sus mitos están
muertos y no le sirven ya, ni de arma, ni de escudo; que
sólo se vive cuando se vive peligrosamente y que
nuestra gran aventura –la aventura para la cual los
tiempos están maduros- es la de recrear el país
y crear la gran patria o las grandes patrias
americanas".
Lo citado, es parte de un articulo que lleva por titulo
"Los mitos y los
hechos" fue escrito por Quijano en "Marcha", lo escribo de
vuelta, en el año 1965. Hoy, en el año 2004 (39
años después), el único cambio que
habría que hacerle al texto citado
seria borrar Portugal y escribir Albania o Haití. Lo
demás, sigue manteniendo hasta hoy, lamentablemente para
el Uruguay, una total y absoluta vigencia. En este siglo XXI
nuestra gran aventura, al decir de Quijano, sigue siendo recrear
el país con base histórica ( el Uruguay nexo entre
Argentina y Brasil, Alberto Methol Ferrè ) y crear la
Patria Grande y única latinoamericana. Es bueno recordar,
lo que dice el articulo 6º de la sección 1 del
capitulo IV de la actual Constitución de la República
Oriental del Uruguay de 1967 "La República
procurará la integración social y económica
de los Estados Latinoamericanos, especialmente en lo que se
refiere a la defensa común de sus productos y
materias primas. Asimismo, propenderá a la efectiva
complementación de sus servicios
públicos". El MERCOSUR, regido por gobiernos
latinoamericanistas (pro Consenso de Buenos Aires)
fundamentalmente en el bloque argentino-brasileño ( un
firme entendimiento brasileño-argentino es la única
base real y positiva del desarrollo y
unidad latinoamericana. Sin esto, el resto de Latinoamérica está condenada a una
serie intermitente y anárquica de revoluciones suicidas y
claudicaciones. No me cansaré de repetirlo, sin la
conjunción argentino-brasileña, no habrá
América
Latina, Alberto Methol Ferré), es el primer paso para
poder instaurar en este siglo y en nuestro continente, los
Estados Unidos
de América
Latina.
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Seregni, Líber, Discursos,
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1989, p.304.
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p.11.
Vázquez, Tabaré, Discurso del
DR. Tabaré Vázquez en el acto inaugural del IV
Congreso
Extraordinario del Frente Amplio llamado "Héctor
Rodríguez", diario "La Juventud",
domingo 21 de diciembre del 2003.
Autor:
Lic Augusto Batista
Stasiuk
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